¿Existe la felicidad?

martes, 29 de septiembre de 2009
Son muchos los que se plantean, como meta en la vida, encontrar la felicidad.

La felicidad.

Pero... ¿Que es la felicidad? ¿podemos definirla?

La felicidad es un término por descubrir. No hay un consenso objetivo acerca de lo que significa; no hay nadie que nos diga que tener mucho dinero trae felicidad, porque no todo el mundo piensa dicha afirmación; no hay nadie que nos diga que vivir en un lugar determinado trae felicidad, porque no todo el mundo que vive allí es feliz. Entonces, ¿que es la felicidad?

Si no lo sabemos, ¿como podemos buscarla? ¿Como podemos pasarnos la vida añorandola, si no sabemos en que se basa? ¿No resulta un poco surrealista?

Si de verdad queremos encontrarla, lo primero que deberemos de hacer es conceptualizarla; ponerle significado. El significado de esta palabra tan popular depende de la persona que la quiere buscar.

El ser humano es distinto; tiene unos genes distintos, una cultura distinta, unas experiencias distintas, unos gustos distintos. Por ello mismo, deberá tener una idea de la felicidad distinta. Antes de buscarla, deberemos preguntarnos: "¿Que es para nosotros la felicidad?"

Por ejemplo, para mi la felicidad es poder dedicar toda mi vida al mundo de la psicología, estar rodeada de mis amigos y familiares y vivir con la mentalidad tranquila y descansada. Puede que esta conceptualización que yo hago de la felicidad no se acople a ti. ¿Crees que es importante, para ti, dedicar toda tu vida a la psicología para ser feliz? ¿O tener la mente tranquila? ¿Crees que puede haber algo, relacionado con la felicidad, que yo no haya puesto en mi descripción particular?

Por ello mismo, cada uno deberemos, si tanto añoramos la felicidad, hacer nuestra propia descripción. Da igual que sea grande, mediana, pequeña; cada uno, según sus experiencias, necesidades y emociones necesitará unos ingredientes diferentes en calidad y cantidad a otra persona; tan solo afirma la variabilidad humana con la que convivimos.

Otra cosa a tener en cuenta es intentar objetivarlo con términos realistas. Si queremos encontrar nuestra propia felicidad, esto es importante. No vamos a querer volar, porque volar nos hace felices, si el ser humano no está capacitado para volar por si mismo. El ser humano es limitado, no tenemos que olvidarnos de este detalle. Pero también tiene grandes capacidades para conseguir casi todo lo que se propone. Muchas veces, no solemos reconocer estas capacidades y dejamos de creer que podemos lograr cosas porque no las tenemos en cuenta.

Y la felicidad es un ejemplo de ello.

Hay personas que piensan que conseguir la felicidad es imposible.

Si tenemos una definición de la felicidad objetivable y realista, si que es posible conseguirla. Cojamos, por ejemplo, la mia:

"Mi felicidad consiste en poder dedicar toda mi vida al mundo de la psicología, estar rodeada de mis amigos y familiares y vivir con la mentalidad tranquila y descansada".

Todos los ingredientes que necesita mi felicidad son creables. Unos más, otros menos, pero todos dependen de mi, al fin y al cabo. No he puesto en mi definición nada fuera de mis capacidades; no quiero volar, no quiero tener millones de euros, no quiero ser inmortal, porque entonces nunca voy a poder ser feliz, nunca lo voy a conseguir y voy a pasarme toda la vida en busca de algo imposible, olvidando mis capacidades humanas y teniendo en cuenta mis limitaciones.

¿No sería mejor vivir la vida potenciando mis capacidades y respetando mis limitaciones?

Si la respuesta es sí, ¿por que empeñarse en conseguir algo que mis limitaciones me impiden conseguir?


No obstante, también opino que la felicidad no dura eternamente. El ser humano se caracteriza por subidas y bajadas de ánimo completamente normales y necesarias para mantenernos vivos en la existencia. Todos pasamos épocas de transición en las que no tenemos ganas de nada, mientras que en otras épocas nos comemos el mundo; responde a la ley de supervivencia.

Por ello mismo, no siempre podemos ser felices. La felicidad se sirve en ciclos que hay que saber aprovechar; en trenes que arrancan y se paran; en días de sol y días de lluvia. Pero, hasta aquellos momentos en los que no somos felices nos ayudan a nuestro empeño en serlo; nos sirven para reconceptualizar nuestra propia definición de felicidad; cambiar, suprimir y añadir detalles que respondan a nuestros sentimientos cambiantes y ayudar a crear una definición dinámica y perfectamente acoplable a nuestro puzzle mental.

Así que, a la pregunta ¿EXISTE LA FELICIDAD? Yo contesto que SI, rotundamente, siempre y cuando sepamos que es para nosotros la felicidad y siempre y cuando respetemos nuestras necesidades y limitaciones.

Por ello mismo, yo les invito a buscar la suya propia.

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